Conozco de cerca el trabajo de Jimmy Daccarett y por ello digo con propiedad que lo que más me gusta de su dirección, son sus puestas en escena. Con ello me refiero a cómo ubica las escenas en el espacio, cómo controla el ritmo, los elementos que introduce y cómo tensa las relaciones de los personajes para desarrollar los conflictos.
No es un teatro donde uno salga de la sala conmovido con una historia en particular o con la magnificencia de un texto bien escrito, es un teatro que a uno le mantiene alerta y lo estimula sensorialmente desde la puesta en escena. Linternas, mesas, focos, barbies, televisores, ventiladores, etc, cosas que a la luz fluorescente de una sala de clases parecen comunes, pero que con la ayuda de un par de focos se transforman en una seguidilla de recursos que arman y desarman espacios, que revelan el ritmo interno de los personajes, su conciente y su inconciente, con una musicalidad marcial postmoderna que es muy particular. Nada de grandes monstruos escenográficos o trucos disimulados, actores de carne y hueso, con efectos especiales que el Fondart no financió.
Ese es a mi juicio el gran mérito de Jimmy Daccarett, que una vez más trabaja con jóvenes (alumnos recién titulados de la escuela de teatro de la UDD) y que con una cuota de humor irónico desarrollan las historias de un grupo de jóvenes agobiados por sus problemas, que quieren suicidarse después de clases.
El texto a mi no me mató. Intenta ser contingente, hablar de los jóvenes y sus problemas, de esos problemas existenciales más que de discursos anti LGE, pero que no. Según mi modesta opinión, esta adapación de “Legoland” de Dirck Dobbrow no es un buen texto, no siendo el original tampoco muy bueno.
La obra se hace entretenida por la vertiginosa puesta en escena y por lo que logra el conjunto de actores, fuertemente cohesionados, de donde destaca Soledad Escobar, interpretando a algo parecido a una pokemona (capaz que me peguen los pokemones, pero así la catalogaría yo si me lo pidiesen) y por sobretodo, el trabajo del director.
No es un teatro donde uno salga de la sala conmovido con una historia en particular o con la magnificencia de un texto bien escrito, es un teatro que a uno le mantiene alerta y lo estimula sensorialmente desde la puesta en escena. Linternas, mesas, focos, barbies, televisores, ventiladores, etc, cosas que a la luz fluorescente de una sala de clases parecen comunes, pero que con la ayuda de un par de focos se transforman en una seguidilla de recursos que arman y desarman espacios, que revelan el ritmo interno de los personajes, su conciente y su inconciente, con una musicalidad marcial postmoderna que es muy particular. Nada de grandes monstruos escenográficos o trucos disimulados, actores de carne y hueso, con efectos especiales que el Fondart no financió.
Ese es a mi juicio el gran mérito de Jimmy Daccarett, que una vez más trabaja con jóvenes (alumnos recién titulados de la escuela de teatro de la UDD) y que con una cuota de humor irónico desarrollan las historias de un grupo de jóvenes agobiados por sus problemas, que quieren suicidarse después de clases.
El texto a mi no me mató. Intenta ser contingente, hablar de los jóvenes y sus problemas, de esos problemas existenciales más que de discursos anti LGE, pero que no. Según mi modesta opinión, esta adapación de “Legoland” de Dirck Dobbrow no es un buen texto, no siendo el original tampoco muy bueno.
La obra se hace entretenida por la vertiginosa puesta en escena y por lo que logra el conjunto de actores, fuertemente cohesionados, de donde destaca Soledad Escobar, interpretando a algo parecido a una pokemona (capaz que me peguen los pokemones, pero así la catalogaría yo si me lo pidiesen) y por sobretodo, el trabajo del director.
2 comentarios:
soledad te pediria que cambies esa foto... gracias!
ultimas funciones ...
reserve ya!
soy helena julio de ecuador, quiero hablar bien sobre el señor pedro sobre este tema. el señor pedro y su compañía de préstamos me brindan apoyo financiero cuando todos los bancos de mi ciudad rechazaron mi solicitud de otorgarme un préstamo de 500,000.00 usd, intenté todo lo que pude para obtener un préstamo de mis bancos aquí en ecuador pero todos me rechazaron debido a que mi crédito era bajo, pero con la gracia de Dios, llegué a conocer al Sr. Pedro en una plataforma de préstamos, así que decidí intentarlo para solicitar el préstamo. con la voluntad de Dios me otorgaron un préstamo de 500,000.00 usd. la solicitud de préstamo que mis bancos aquí en ecuador me rechazaron, fue realmente increíble hacer negocios con ellos y mi negocio va bien ahora. correo electrónico / contacto si desea solicitar un préstamo de ellos. pedroloanss@gmail.com
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